Carretera y manta...y Koh Phangan

No sé quien dijo la frase:

"Viajar es un placer".

Y tampoco estoy seguro si es del todo cierta. Pues cuando tienes un presupuesto bajo, la acción de viajar, el proceso de transportarte, se convierte en pasar alguna que otra penuria. Aunque esto ya lo sabes si te denominas "mochilero", pues física y mentalmente estas preparado para pasar por este tipo de dificultades y mucho más.

Yo cambiaría la frase por:

"El hecho de haber llegado y estar donde estoy, es un placer"

Y lo digo desde Koh Phangan. Es decir, me alegro de haber llegado y estar en un sitio tan bonito como Koh Phangan.

Porque el llegar hasta aquí hubiese sido más sencillo si el conductor del autobús no tuviera tal devoción por el aire acondicionado. Juro que pase ocho horas en lo más parecido a una nevera con ruedas. Claro, te confías y te dices:

"Jimbo estas en Tailandia:chanclas ,bermudas y a correr.¡Olvídate del frío!".

Y ya me extraño que cuando me senté en el asiento del autobús, el conductor repartiese (y gracias a dios) mantas para todos. Creo que en su pérfida mente podíamos leer algo así como

"Os vais a cagar".

Aún así la manta y un jersey, que milagrosamente llevaba en la mochila, me salvaron la vida. Pero no pudieron evitar los síntomas de congelación que sufrí:las mucosas que se me caían de la punta de mi nariz se convirtieron en estalactitas, y mi paupérrima barba estaba recubierta por una blanquísima escarcha que ni el mismísimo Papa Noel ( y eso que es navidad).

Pero el viaje no acabo allí. Todavía quedaba lo mejor. O lo peor. Faltaba el trayecto en barco que nos dejaría definitivamente en Koh Phangan. Después de dejar el maldito autobús, llegar al puerto, tomar un té abrasador y poder así recuperar mi voz y volver a sentir mis falanges otra vez, nos embarcábamos en otra aventura o penuria. Este bajel parecía en un principio igual de inofensivo que el autobús. Y lo era. Era muchísimo mas inofensivo que el autobús sino fuera por sus nauseabundos y más tarde hediondos pasajeros. Pues la mar, que estaba brava y que nunca hay que fiarse de ella(bien lo sé yo pues soy un chico del norte) les jugo una mala pasada. A mi no porque yo no me mareo pero al 70 por ciento de los turistas (que debian de ser de Alice Springs, Albecete o Colorado, es decir que no habían visto el mar en su vida) casi me hicieron marearme. La banda sonora del barco se componía, a ritmo de frenéticas gargantas,en arcadas, nauseas y vómitos. Aquello se convirtió en una bacanal de absoluta repugnancia que mas tarde desembocaría en asquerosos y densos olores. Bien, todo esto duro casi tres horas. En el minuto cinco un alemán ya estaba mostrándonos lo que hacía un minuto llevaba en su profundo y viscoso estomago. Imagínense el panorama.

Pero sorprendentemente todo esto me lo tome con humor y filosofía y he de decir que lo pase mucho peor en el autobús. Pues no soporto el frío y si debo soportar la escatología oral.

A veces cuando crees que ya te conoces, tú mismo te sorprendes.

¿De que pasta estoy hecho?

Y eso, que al final y después de todo, miras hacia atrás y te ríes de todo lo que te ha pasado y de cómo has llegado hasta aquí. Y te dices a ti mismo:

"Cómo me alegro de haber llegado y estar en un sitio tan bonito como este.Cómo me alegro de estar viajando y sentir la experiencia de viajar a pesar de los aires acondicionados y los turistas-arcada je,je"

Y en cuanto a Koh Phangan todavía no he visto demasiado. Estamos en una cabañita que casi podemos tocar el agua del mar desde la terraza. Una maravilla. Estamos situados en la zona noreste de la isla. La zona más tranquila. Alejada de la fiesta, pues esta isla es lamentablemente famosa por las fiestas de la luna llena y sus alcoholizados turistas. Alquilaremos una moto y ya podre describirla un poquito mejor pues no hace ni un día que estoy aquí.

Aquí os mando algún documento grafico del viaje:

Este alemán fue castigado por la ira de Neptuno

Y yo todo esto me lo tomo con humor y filosofía.¿De qué pasta estoy hecho?

"El hecho de haber llegado y estar donde estoy, es un placer"

Bis